El Parlamento Europeo aprueba una nueva reforma del mercado europeo de la electricidad
En los últimos 30 años, a pesar de todas las directivas sobre reducción de emisiones de CO2 por KWh, ¡no ha habido vuelta atrás! La mayoría de los países de la Unión Europea emiten más de 100 g de CO2/KWh, con Polonia (781 g de CO2/KWh) e incluso Alemania (430 g de CO2/KWh) batiendo récords, a pesar de su política de desarrollo de las energías renovables. Sólo dos países de la UE emiten menos de 100g de CO2/KWh: Suecia (36g de CO2) y Francia (46g de CO2), dada su mezcla de energías nuclear y renovable.
La reforma que acaba de ser votada por 473 votos a favor y 80 en contra no tiene en cuenta en absoluto estas cifras. Esta reforma refuerza la lógica de la oferta y la demanda del mercado de la electricidad y no hará nada para resolver la volatilidad de los precios que hemos visto en los dos últimos años. Los precios del mercado seguirán estando determinados por el coste del último recurso de generación al que se recurra para equilibrar la red. Por tanto, el precio del gas fósil seguirá determinando el precio de la electricidad.
Es una pena para DAE SOS FUTUR que esta reforma no contenga nuevas propuestas legislativas de acuerdo con el artículo 5 de la Directiva (UE) 2019/944, que permiten perpetuar las tarifas reguladas cuando siguen vigentes en algunos países, como es el caso de Francia.
Las medidas propuestas para proteger a los consumidores y reducir la pobreza energética en Europa ¡no están a la altura! Se reducen a lo siguiente
- Los proveedores deberían estar obligados a informar a los hogares sobre las ventajas y los riesgos de los distintos tipos de contrato.
- Permitir a los consumidores, si así lo desean, combinar precios de electricidad fijos y flexibles con varios proveedores.
- Que los consumidores puedan invertir en parques eólicos o solares y vender el excedente de electricidad producida a sus vecinos, no sólo a su proveedor.
Proporcionar a los consumidores una mejor protección en caso de quiebra de los proveedores de energía, obligando a los Estados miembros a designar un proveedor de último recurso para evitar que los consumidores vulnerables queden desconectados de la red.
¡Estamos muy lejos de una verdadera reforma que cuestione la mercantilización de la electricidad, su descarbonización y la bajada de los precios!
Droit énergie SOS FUTUR reafirma que para satisfacer el derecho a la energía para todos y descarbonizar el sector energético, necesitamos un replanteamiento global de la política de liberalización a la que estamos sometidos desde hace 30 años, con un retorno a los servicios públicos de electricidad en la Unión Europea.